Nos levantamos tempranísimo porque 5:30 Isella nos pasaba a buscar para llevarnos a la estación del tren que nos llevaría a Machu Picchu y antes nos teníamos que cambiar y desayunar.
Fuimos en un taxi hasta la Estación Poroi, que estaba a una 1/2 hora de Cusco y allí nos embarcamos en el tren.
Las vías del tren van siempre en paralelo del río Urubamba (lamentablemente este río hace poco desbordó por las lluvias y produjo daños materiales y muertes y hasta estuvo cortado el camino a MP), el paisaje es precioso, con mucha vegetación, las aguas cristalinas del río y las montañas nevadas.
Después de 3 hs y 1/2 de viaje por fin llegamos a Aguas Calientes, el pueblo que está al pie de Machu Picchu. Desde la estación de tren fuimos corriendo hasta donde salen los micros gratuitos que te llevan hasta la ciudad sagrada de los Incas porque sino hay que hacer cola y debíamos encontrarnos con nuestra guía en la entrada.
El micro comenzó a subir por la montaña a través de un camino en zigzag, la vista era alucinante y mas cuando empezamos a ver algunas construcciones típicas.
Aunque parezca increíble, Machu Picchu se haya situada a 2430 msnm y se extiende sobre un área de 5 km 2. Machu Picchu significa Montaña vieja, y es sobre esta donde está emplazada la ciudad, pero la montaña que se ve en todas las fotos como marco de esta maravilla es la Wayna Picchu que significa Montaña joven.
Los Incas consideraban a las montañas como dioses y los llamaban tambien "Apus"
Por fin llegamos a la entrada del Santuario, nos juntamos con la guía y nuestro grupo que estaba compuesto por Brasileños, Colombianos, Mexicanos, Peruanos y Chilenos...y solo nosotras dos Argentinas.
Dejamos las mochilas en un guardaropa que hay allí y comenzamos a subir por un camino lleno de arbustos y bastante empinado, varias ocasiones debía parar para recuperar el aire, recuerden que allí la concentración de oxígeno es menor.
De repente el camino se despeja y vemos que se continuaba para ambos lados del cerro y nos explica la guía que ese es el camino del Inca, o sea por donde llegaban desde Cusco los Incas. Caminamos por ese sendero y ante nuestros ojos apareció esta maravilla:
La Ciudad Sagrada de los Incas, que nunca fue descubierta por los conquistadores españoles ni por nadie hasta 1902 que un lugareño andaba buscando tierras cultivables y se encontró con esta maravilla pero nunca lo hizo público. Quien si lo hizo fue un tal Bingham, de la Universidad de Yale, quien además se apropió de todos los tesoros encontrados allí y que ahora forman parte de un museo en USA. El gobierno del Perú está en tratativas para que les sea devuelta esa colección.
Que decirles sobre Machu Picchu: es increíble, es mágica, es de una belleza sin igual, fue construída por hombres pero parece parte de la naturaleza.
La ciudadela tiene enormes murallas, terrazas y rampas cortadas en roca continua, la forma y tamaño de cada bloque de piedra son perfectos por lo que fueron el resultado de la magnífica técnica incacica para cortar piedras y lijarlas con arena.
Recorrimos algunas casas particulares que se conservan muy bien gracias a que fueron construídas con piedras, generalmente con granito rosa extraído de una cantera cercana, excepto el techo el cual era de adobe y paja por lo que se perdieron. Las casas son de forma rectangular y de un solo piso. Todas las casas tenían un sistema de canales por donde corría el agua, asi todos contaban con "agua corriente" en sus hogares, aunque sus necesidades las hacían fuera de allí.
El sector urbano está compuesto por una plaza pública, donde el Inca le hablaba a su pueblo sin necesidad de micrófono porque la acústica es perfecta, ademas de viviendas particulares, la plaza estaba rodeada por templos rituales como el templo del sol con sus dos ventanas una al este y otra al oeste, templo de las tres ventanas que representaban la trilogía sagrada de los Incas: Águila: mundo aéreo o superior, Puma: mundo terrenal o medio y Serpiente: mundo subterráneo o inferior. Todos los templos además estaban formados por tres muros, por lo de la trilogía.
Templo del sol
Ascendiendo mas aún nos encontramos con la Intihuatana, una piedra bastante grande que representa el punto mas alto de MP, no se sabe a ciencia cierta que representaba para los Incas pero se cree que era para observaciones astronómicas. Hoy en día dicen que irradia muchísima energía por lo que es bueno acercar las manos para que nos transmita energía, solo acercarse, no tocarla! y obvio me peleé con los chilenos porque fueron y la tocaron, desoyendo a la guía que muy amablemente eplicó que NO se debía tocar, en fin, tarados hay en todas partes del mundo!
Intihuatana
También vimos las terrazas construídas en pleno precipicio donde cultivaban varios granos, da impresión mirar hacia abajo en esos lugares!
Cerca de la plaza pública hay un jardín botánico donde cultivaban muchas especies de orquídeas, tambien había rosales y algunas especias.
Todo el agua utilizada en la ciudad provenía de las altas montañas y era distribuída por canales perfectamente construídos que hasta hoy trasladan agua fresca, de la que por supuesto tomé un sorbo!
Los kolcas eran una especie de almacenes donde se guardaban alimentos y eran construcciones de dos pisos.
En lo alto de MP se puede ver la casa del vigilador, quien informaba cualquier indicio de la presencia del enemigo cerca de la ciudad. Nos contó la guía que cerca de esta casa se encontró una especie de cementerio, con los restos de 180 personas.
Bueno finalmente llegamos al fin del recorrido que había durado casi tres horas y la guía nos dijo que aún había un rato mas para disfrutar lo que quiseramos pero que no nos alejáramos mucho, asi que nos dedicamos a tomar fotos y después simplemente disfrutar esa maravilla que se presentaba ante mis ojos.
Volvimos al bus para regresar a Aguas Calientes y ya el cansancio y el hambre se hacían sentir...
Llegamos a Aguas Calientes y buscamos un lugar para comer, por suerte encontramos uno barato bonito y rica comida!
Comimos y luego fuimos a recorrer un poco el mercado de artesanías que se encuentra cerca de la estación del tren.
Compramos algunos recuerdos y ya nos fuimos a la estación a esperar el tren.
El viaje de regreso fue bastante cansador y se me hizo muy largo pero finalmente llegamos a Poroi donde nos esperaba Isella con un taxi para llevarnos a Cusco.
No quisimos ir a cenar por lo que Isella nos recomendó un café frente a la Plaza de armas para nada turístico pero donde sirven un ponche hecho con leche, miel y pisco que resultó delicioso y perfecto para el frío de la noche cusqueña. Abril tomó chocolate y comió un riquísimo crepe con chocolate!
Volvimos al hotel, un baño caliente, ver un rato tele, escribir el diario de viaje y a dormir, que cansancio, pero que cosas maravillosas conocimos!
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