Nos levantamos muy temprano, desayunamos en el hotel y nos pasó a buscar Isella quien nos acompañó hasta el Bus, allí nos presentó al guía que nos acompañaría por la excursión al Valle Sagrado de los Incas, llamado Yucay por los Incas.
Salimos de Cusco y tomamos por la misma ruta que fuimos ayer, pasamos por los mismos lugares, el camino es precioso.
Llegamos a un mirador donde era el punto más alto de la ruta: 3800 msnm! y ahí nos detuvimos para tomar fotos, la vista era increíble, nos tomamos una con una señora y sus llamas. Gracias a Dios yo ya tenía mi cámara con batería y todo!
Seguimos y cada paisaje era maravilloso, ya se empezaban a ver algunos picos nevados de los Andes, el que sobresalía era el Pitusiray que tiene una altura de 5200 metros. Abajo se observaba el río Urubamba (nombre actual) o Wilcanota (nombre aimará) o Wilcanota (nombre quechua/inca).
Paramos en la comunidad de Corao, pequeña población indígena que or supuesto venden sus artesanías...aproveché y compré los toritos de la abundancia allí
Llegamos a Pisac, un pequeño pueblo con las típicas callesitas y donde también hay artesanías de todo tipo, especialmente trabajan muy bien las joyas de plata y están a muy buen precio.
El guía nos dijo que en 40 min nos esperaba en el bus y que no esperaría a nadie.
Paseamos por el pueblo, visitamos una panadería muy antigua donde también había un criadero de cuis...pobres!
Compramos algunas cosas y regresamos al bus.
Seguimos camino y el guía nos explicó que como no todos los que ibamos en el bus teníamos las mismas condiciones, algunos ibamos ir a almorzar a un lugar y otros a otro.
A nosotras nos tocó en un ex Convento que ahora funciona como el Sonesta Posada del Inca en Yucai, realmente es bellísimo y hasta tiene su propia capilla.
La comida era deliciosa, comí entre otras cosas cebiche, comida típica peruana, que estaba riquísimo.
También almorzaron allí un matrimonio brasileño y dos señoras de Costa Rica, todos muy simpáticos.
Después de almorzar seguimos camino hasta Ollantaytambo.
Es una construcción Inca pero sobre la base de otra construcción realizad por los indios Tiahuanacos. Los actuales habitantes del pueblo viven en casas construídas sobre las casas que fueron de los Nobles Incas y las calles son las originales de esa época.
Los palacios y templos estaban construídos en la ladera de la montaña y el muro que los rodeaba era de granito rosa, el cual era traído de una cantera a 7 kms de allí.
Por supuesto tiene terrazas donde se cultivaban diferentes cosas, como la quinua, cereal que hasta ahora se come mucho en Perú y es riquísimo!
Subimos bastante, pasamos por la puerta principal de acceso a la parte sagrada, luego caminamos hacia el otro lado y bajamos por allí.
Hicimos bastantes fotos ya que el lugar es increíble y la luz del sol le daba un aspecto radiante.
Desde allí fuimos a otro pueblo llamado Chinchero, donde las mujeres locales nos harían una demostración de como realizan sus tejidos.
Llegamos como a una casa particular y en un patio central nos sentamos en ronda, nos convidaron te de coca y empezó la explicación que si bien era muy simpática la niña, me resultó excesivamente armado para el turista, ya que íba explicando en español y en inglés todo lo que hacía!
Después había unos puestos donde vendían lo que tejían pero a precios exagerados...
De allí fuimos a la iglesia del lugar que es antiquísima y se ve mucha mezcla de lo Inca con lo cristiano, es muy bella.
Regresamos a Cusco y el bus nos dejó en otra Plaza donde nos esperaba Isella para acompañarnos al hotel, que estaba muy cerca de allí, pero ella insistió. La verdad es una persona entrañable, muy dulce y responsable en su trabajo. En todo momento nos recomendaba por donde ir, por donde no porque era peligroso o al menos no agradable para una señora y su hija, o sea se preocupaba realmente por nosotras.
Después de ducharnos y cambiarnos fuimos a cenar al mismo restaurant del día anterior ya que nos gustó mucho, se llama El Mesón.
Después de cenar caminamos un rato por Cusco, estaba bellísima la noche, tomamos algunas fotos.
Regresamos a nuestro hotel a dormir, mañana nos esperaba Machu Picchu!
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