sábado, 8 de septiembre de 2007

Epitafio en la tumba de Shagaret al Durr

No es por casualidad
que me tiemble la voz
cuando pronuncio tu nombre...

He respirado el perfume
de los jazmines y las rosas,
mezclado con el aroma
de los besos morenos...
He visto el extraño desfile
de califas y de mendigos,
de verdugos, de cortesanos,
de bandoleros, de santos,
de jorobados y tuertos,
de faraones y campesinos,
de conquistadores y sultanes
en los cafés del Viejo Cairo,
con sus calles llenas de sombra.
No, no es casualidad...

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