domingo, 9 de septiembre de 2007

Egipto XIII

Día 8 – 19 de Mayo de 2006
Colosos de memnon-Deir El Bahari-Valle de los Reyes
Habíamos pedido en la recepción que nos despierten a las 6:45 pero se olvidaron y nos despertamos de casualidad a las 7:10 y Rabía nos pasaría a buscar a las 7:30 y todavía teníamos que cambiarnos, preparar las cosas y bajar a desayunar! Cuando bajamos para ir a desayunar Rabía ya nos estaba esperando, le pedimos que nos espere unos minutos más mientras desayunábamos.
El desayuno resultó una porquería, un café frío, pan duro y frutas no muy frescas, nos pareció muy raro porque realmente el hotel era estupendo, pero bue como era muy temprano quizás nos dieron lo que les sobró del día anterior.
Emprendimos nuestro segundo día en Luxor y nos dirigimos en la camioneta hacia la orilla occidental, primero a los Colosos de Memnón. Recorrimos el alrededor de los Colosos mientras Rabía nos explicaba que esas dos estatuas sedentes de Amenhotep III conformaban la entrada al Gran Templo de este Faraón del que solo quedan estas estatuas y algunos restos. El año pasado se encontraron unas estatuas del Faraón de granito rojo que pertenecían a este templo.

Continuamos hacia Deir el Bahari, ya que Rabía nos dijo que era mejor hacer al revés de cómo hacen todos los tours que primero van al Valle de los Reyes. Llegamos al complejo, sacamos las entradas y subimos al trencito que nos acercaría hasta el templo, el calor era terrible y eran las 9 de la mañana recién!
El Templo es totalmente diferente a los demás, está empotrado en la montaña la cual le sirve de marco y realmente su vista es maravillosa. Fue construído por la Reina Hatshepsut en la Din XVIII y dedicado a su “padre” el Dios Amón. El diseño fue del arquitecto y favorito de la Reina: Senenmut.
Está conformado por 3 niveles y cada nivel unido al otro por unas rampas por las cuales se accede a una terraza. El 3er nivel fue totalmente restaurado hace poco, en el frente presenta estatuas colosales de Hat.
Siguiendo hacia el fondo hay un patio con columnas (la mayoría cortadas) y en el fondo el Naos o Capilla sagrada, la cual estaba cerrada pero si uno se asoma puede observar los bellísimos relieves aún con sus colores originales.
En el 2do nivel se encuentra la famosa representación de la expedición al país de Punt enviada por la Reina. En las paredes se ven grabados todo lo traído de esa lejana tierra: Jirafas, monos, chitas, peces, rayas, tortugas, árboles, plantas, etc. Además se puede observar al Rey de Punt acompañado por su esposa Ivy, quien claramente se nota sufría de elefantiasis.
Junto al templo de Hatshepsut, se halla uno más pequeño construído por Tutmosis III dedicado a Hathor. Conserva en muchos de sus grabados los colores originales, los cuales representan al Faraón con la Diosa, inclusive en uno Hathor está representada como vaca frente al Faraón y el hijo de éste toma leche de ella.
Fuimos de allí rumbo al Valle de los Reyes, a esa hora el calor era impresionante! En el camino Rabía nos mostró la casa donde había vivido Howard Carter mientras realizaba sus trabajos de excavación en el Valle, se encuentra sobre una colina y actualmente es un museo.
El chofer nos dejó cerca de la entrada. Compramos las entradas, y como tontas no compramos para la de Tutankhamón! No sé por qué decidimos no ir, después nos arrepentimos un montón! Pero bueno cuando volvamos a Egipto seguramente la visitaremos.
La primer tumba que visitamos fue la de Tutmosis III, la cual se encuentra en el medio de una montaña y se accede a ella a través de una escalera larga y empinada. Rabía nos explicó como estaba conformada la tumba y que detalles no debíamos perdernos, ya que él se quedaría allí esperándonos.
Comenzamos el ascenso y realmente se hizo difícil creo yo que por el calor terrible que hacía. Finalmente llegamos a donde estaban los guardianes y de ahí en más se descendía por otra escalera. La tumba estaba muy bien oculta pero igual no se salvó de los ladrones de tumbas. La decoración de la tumba mucho no me gustó, tiene todos dibujos hechos en trazos finos pero solo en color rojo y negro. Está representada como se imaginaban los antiguos egipcios la vida después de la muerte. Lo que sí es bellísimo es el sarcófago de Tutmosis, sobretodo la parte interior con la representación de la Diosa Nut, la cual representa al cielo.
Cuando nos dirijíamos a la siguiente tumba, pasamos por una excavación donde había gente trabajando, el lugar estaba rodeado por una baranda para que no se acerquen los curiosos, me asomé por la baranda y vi que era una excavación bastante profunda pero no se veía mucho. Después me enteré que era la famosa KV63, la primer tumba o pozo descubierta después de la de Tutankamón.
La siguiente tumba que visitamos fue la de Meremptah, hijo y sucesor de Ramsés II, cuya momia después vería en el Museo del Cairo junto a la de su padre y a la de su abuelo Seti I.
Me pareció hermosa! Las pinturas, los colores y los motivos del pasillo eran maravillosos.
En una sala intermedia estaba la tapa del sarcófago que es gigante, mide 4 x 2 metros aproximadamente y en su interior está representada Nut. En el fondo se halla la cámara del Faraón, que es amplia y en donde se encuentra la tapa de otro sarcófago pero este con forma antropomorfa y también enorme.
Por últimos visitamos la tumba de Ramsés IX que estaba cerrada por reparaciones y solo se podía visitar el primer tramo de la misma. Tenía pinturas y relieves muy bellos pero había tanto olor a agua ras que no se podía estar allí. Rabía nos comentó que esa tumba nunca fue descubierta, sino que permaneció visible desde la época faraónica, debe ser que está a nivel del suelo y no más abajo.
Así finalizó nuestra visita al valle y también la compañía de Rabía, que de verdad había sido muy provechosa, sabe un montón tanto del antiguo Egipto como de historia universal además de 5 idiomas! realmente fue un placer tenerlo como guía.
Al llegar al hotel le regalamos un cofrecito de cuero que habíamos traído desde Argentina con u$s 50.- dentro como bakshish. Le pedimos su e-mail pero nos dijo que él no utilizaba el correo electrónico…
En el hotel ordenamos los bolsos, nos cambiamos e hicimos el check out. Dejamos los bolsos ahí ya que Hanni nos pasaría a buscar a las 20:30 para llevarnos a la estación por lo que nos quedaba bastante tiempo para recorrer Luxor.
Nos tomamos una calesa para ir hacia el Museo de Luxor, el calesero nos empezó a hablar y en un momento me pide si le podía leer una carta en inglés que había recibido de una amiga ya que él no sabía leer, por supuesto que acepté asi que mientras íbamos por la Corniche de Luxor en calesa yo leía la carta y Ale y él escuchaban, son esos momentos que solo en Egipto pueden darse!
Como el museo abría a las 5, con Ale pensábamos ir a tomar algo antes pero al llegar al museo nos dimos cuenta que no había nada! Caminamos para un lado y para el otro y nada, asi que nos resignamos y esperamos sentadas enfrente en un banco mientras mirábamos la belleza del Nilo y charlábamos con los nenes que se nos acercaban a vender señaladores o papiros, compramos algunos más por ponerlos felices que porque realmente los queríamos, además les regalamos unos colgantitos que habíamos llevado especialmente.
Por fin se hicieron las 5 y entramos al Museo, compramos las entradas y primero nos hicieron pasar a un auditorio donde vimos un audiovisual sobre todos los tesoros que albergaba el museo. Una vez que finalizó si empezamos el recorrido por el museo.
Es muy lindo, tiene muy buena iluminación y está muy ordenado, aunque la colección es pequeña comparada con la del Museo del Cairo.
Me emocioné mucho cuando vi la momia de Ramsés I, padre de Seti I y fundador de la Dinastía XIX, y de la cual sabía toda la historia de cómo fue llevada desde Egipto hasta un Museo en las cataratas del Niágara en Canadá hasta como regresó a su tierra después de muchísmos años y fue recibido con honores como un verdadero rey.
Otra de las cosas que me emocionaron mucho fue el busto de Akhenatón con sus facciones tan características, ahí si me fue imposible resistirme y lo toqué un segundo. Además en una pared estaba recosntruído todo un grabado con Akhenatón , su familia y todo tipo de trabajadores, cuyos fragmentos fueron recuperados cuando los encontraron formando parte de otra construcción.
También vimos la famosa cabeza de vaca encontrada en la tumba de Tutankhamón, las moscas de oro obsequiadas a la Reina Ahmosis por sus hijos, por su valor en medio de la lucha por la expulsión de los Hicsos de Egipto y la famosa escultura del Dios Sobek junto al Faraón Amenhotep III.
Salimos del Museo y fuimos caminando hacia el lado de nuestro hotel, encontramos por fin un bar y nos sentamos a tomar algo. Yo pedí una coca y Ale un jugo de mango creo.
Sentadas allí observábamos a los muchísimos egipcios que se dirigían a una mezquita ya que pronto sería la hora de la oración y nos pusimos un poquito tristes ya que nos quedaban solo un par de horas en esa ciudad tan hermosa.
Volvimos al hotel, pasamos al baño y nos lavamos y cambiamos y mientras esperábamos que llegue Hanni fuimos a la pileta y jardín del hotel para sacarnos algunas fotos.
A las 20:30 puntual llegó Hanni en la camioneta con el chofer para llevarnos a la Estación de trenes. Como llegamos bastante temprano Hanni nos dijo si queríamos esperar en un bar que había en la estación, aceptamos y nos sentamos en una mesa adentro y Hanni se sentó afuera en otra mesa.
Pedimos unas gaseosas y tomamos unas fotos, por supuesto eramos las únicas mujeres dentro. Llegó la hora y Hanni nos acompañó hasta el vagón que también era el número 1 y cabinas 13 y 14, que eran iguales a las del viaje de ida a Aswan.
El tren partió a las 21:45, comimos muy bien y enseguida le pedimos al mozo que nos arme las camas porque estábamos muertas. Esta vez me tocó la cama de arriba que era tan cómoda como la de abajo, traté de escribir el diario un rato pero el sueño me venció y me quedé dormida enseguida.

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