lunes, 2 de julio de 2007

Egipto IX

Día 6 – 17 de Mayo de 2006
Edfu – Luxor
Al día siguiente nos llamaron muy temprano porque teníamos la excursión al Templo de Horus en Edfu, habíamos pasado la noche allí y muchos turistas salieron la noche anterior a recorrer un poco el pueblo. Nosotros no pudimos por mi maldito malestar! que aljandulilá se me había pasado y me sentía mucho mejor y estaba felíz por eso!
Como en Edfu estábamos sin guía, el recepcionista del barco nos indicó que debíamos tomarnos una calesa para ir hasta el templo, allá nos esperaría 1 hora y nos traería de regreso al barco.
Salimos hacia la calle, era un día precioso (a mi me parecía todo lindo después de haberme sentido tan mal) subimos a una calesa y partimos hacia el templo.
Llegamos y Alí, como se llamaba el calesero nos dijo que en 1 hora nos esperaba allí mismo. Primero pasamos por donde estaban todos los puestos de venta porque yo quería comprarme otro gorro ya que el de Philae era muy feo! con mi nuevo gorro puesto nos dirigimos a comprar los tickets de entrada y entrar al Templo, antes que entre toda la gente que estaba con tour.
Entramos al Templo y decidimos ir directamente hacia el fondo (naos) para aprovecharlo vacío ya que todos los grupos estaban afuera recibiendo las explicaciones de los guías.
Este templo dedicado al dios Horus es bastante oscuro por dentro pero son bellísimos los grabados que tiene en todas sus salas, las disfrutamos mucho porque estábamos casi solas, aprovechamos para sacar fotos ya que allí está permitido hacerlo.
En el Naos entramos, miramos los grabados, el altar del Dios y la barca sagrada, pero en un momento viene un egipcio y nos dice que no se puede estar allí y nos saca, como fuimos unas de las primeras en entrar no se habían dado cuenta de poner el cordón rojo para que la gente no entre, y bueno nosotras adivinas no somos!
Seguimos recorriendo el templo, el cual tiene unas escaleras y pasadizos increíbles y absolutamente todas las paredes grabadas con todos los Dioses del panteón egipcio. Saqué una foto a Maat y Nefertum, entre otros, ya que son dos de mis Dioses preferidos.
Volvimos hacia la sala central y escuchamos algunas de las explicaciones de los muchísimos guías que allí habían, hablaban desde italiano hasta japonés…
Salimos y ahí si recorrimos todo el exterior, haciendonos las fotos típicas con Horus, que si bien había cola para pararse junto a él, no fue para tanto. El templo lo estaban restaurando tanto en las alturas de los pilonos de entrada como en la parte de abajo. También nos llamó la atención que yendo para la salida había varios obreros trabajando y un montón de bloques de piedra grandes y pequeños todos grabados desperdigados por ahí por donde toda la gente pasaba, daban ganas de llevarse alguno… pero no, eran muy pesados…!
También había otro templo más chico muy lindo, nos sacamos fotos lo recorrimos por dentro y por fuera y ya después fuimos para la salida. Para no pasar por donde estaban los vendedores nos abrimos y cruzamos en diagonal hacia las calesas, de pronto escucho: María! María! alguien entre las calesas me llamaba y me señalaba el reloj, era Alí nuestro chofer quien nos retaba porque nos habíamos demorado media hora más de lo acordado, igual se le pasó enseguida y más cuando le pagamos más de lo acordado, nos despidió con una gran sonrisa.
Al llegar donde estaba nuestro barco, enfrente había dos o tres puestos de venta que fueron irresistibles ja! entramos y nos atendió un chico de 16 o 17 años, quien nos quería vender hasta su madre si era posible. Yo compré un mantel todo adornado con las ocas de meidum, fondo blanco y todo pintado en tonos de azul con sus servilletas correspondientes y un horus azul hecho en piedra de dudoso origen aunque el vendedor insistía en golpearlo contra el piso para probarnos su resistencia, je je! Ale creo que compró otra estatuilla y unas pulseras. Por la compra Ale le pidió algún regalo y nos regaló unas pulseras con un escarabajo en color turquesa.


Volvimos al barco y enseguida comenzó a navegar hacia Luxor. Almorzamos (solo dos platos de sopa…) y despues fuimos a la terraza y vimos el paso del barco a través de la exclusa, nos quedamos allí bastante tiempo disfrutando el paisaje incomparable del Nilo, el verde de los sembrados y el dorado del desierto.

Nos quedamos un rato largo ahí hasta que nos llamaron para la merienda que era en el bar “Oasis” del barco.
Por el ventanal empezamos a ver las casas de las afueras de Luxor, el paisaje era hermoso! Llegamos a Luxor y a los 5 min ya nos avisaron que nos esperaba en la recepción alguien de Noga tours. Hacia allá fuimos y estaba Hanni esperandonos, el representante de la agencia en Luxor, que como todos nos dio su celular y nos dijo que lo podíamos llamar las 24 hs del día. Hablaba un español bastante malo pero muy bueno por que solo lo había aprendido de hablar con los turistas.
Repasamos con él las visitas en Luxor y cambiamos algunas cosas pero todo bien, nos dijo que a la mañana siguiente a las 7:30 nos pasaría a buscar nuestro guía para llevarnos a nuestra primera excursión, Templo de Medinet Habu, tumba de los nobles en Qurna y Deir el Medina.
Nos despedimos de Hanni y decidimos salir a caminar por Luxor hasta la hora de la cena. Salimos hacia la primer calle y empezamos a caminar hacia la izquierda en forma paralela al Nilo, hasta llegar como a una rotonda donde aparecía la Corniche, caminamos por allí y de repente aparece el Templo de Luxor!!! Que increíble estaba allí en medio de la ciudad y al alcance de mi mano, me emocionó mucho encontrarlo allí, le saqué fotos desde la vereda y también a unos pólicías egipcios que se le había quedado el camión y lo empujaban hasta que por fin arrancó y todos lo corrían para subirse, me encanta esa foto porque además todos sonrieron al ver que les sacaba una foto.
Después con Ale cruzamos y caminamos del lado del río, pasamos por donde se toma el ferry para cruzar a la otra orilla, más adelante llegamos al museo de la momificación que por supuesto entramos, me pareció muy interesante, bien iluminado y puesto, aunque chiquito. Las explicaciones en cada objeto eran muy interesantes y completas aunque estaban en inglés o francés solamente.
Al salir del museo el sol ya se estaba poniendo y el Nilo ya estaba tomando un tono dorado, caminamos ya como volviendo al barco, pero en un lugar donde la vereda se ensanchaba y formaba como un balcón nos detuvimos a observar la puesta de sol en el Nilo, tantas veces imaginada por mí y en ese momento estaba ahí con Ale disfrutando de todo esos matices anaranjados, rojos, amarillos, que quedaron grabados en las fotos que sacamos y en mi corazón por supuesto.
Volvimos caminando al Anni y ya nos bañamos, cambiamos, preparamos los bolsos ya que al otro día muy temprano ibamos a dejar el barco. Dejamos las cosas en la habitación y subimos a cenar, era nuestra última cena en el barco. Cuando terminamos fuimos un rato a la terraza y yo aproveché para escribir mi diario. Nos fuimos a dormir porque al otro día nos teníamos que despertar muy temprano y nos esperaba un día largo.

No hay comentarios.: